martes, 2 de diciembre de 2014

La medición del desempleo y sus contradicciones.

Cola en la Oficina de Empleo
El pasado martes, el Secretario de Estado de la Seguridad Social y la Secretaria General de Empleo informaron en rueda de prensa de los datos de desempleo del mes de noviembre. En concreto evaluaba los datos como muy positivos: El número de parados registrados en las oficinas de los servicios públicos de empleo se situó al finalizar noviembre en 4.512.116 personas, tras bajar en 14.688 desempleados respecto al mes anterior, su mejor dato en un mes de noviembre de toda la serie histórica, iniciada en 1996. Y la afiliación a la Seguridad Social ganó en noviembre una media de 5.232 afiliados lo que situó el total de ocupados en 16.695.752 afiliados.

No trato de examinar si los datos son tan positivos como se dijo por el Ministerio de Empleo, o no lo son tanto como opinan los sindicatos. Se trata de que, de manera continuada, los datos que se ofrecen son cuantitativamente diferentes.


Los procedimientos para medir la situación del mercado laboral son básicamente tres (además de otros que miden aspectos mas concretos) : datos de desempleo del Servicio Público de Empleo Estatal (el antiguo INEM), los datos de afiliación de la Tesorería General de la Seguridad Social, y la Encuesta de Población Activa, pero nunca coinciden, llegándose en algunas ocasiones incluso a la paradoja de que uno de los métodos de medición aporten unos datos de disminución del empleo, y otro, en cambio, ofrezca un resultado positivo. ¿Porqué esas diferencias? Son varias las razones:

1.- Por el ámbito temporal: los dos primeros son mensuales, y el tercero trimestral.

2.- Por el método utilizado: los dos primeros son datos tomados de registros administrativos. La EPA en cambio, es una encuesta elaborada con técnicas demoscópicas.

3.- Lo más importante: que cada método mide algo que, aunque relacionado, es diferente. Es decir, están midiendo distintas magnitudes:

Los datos de SEPE se refieren a las personas registradas como demandantes de empleo en ese Servicio Público. ¿Es fiable para saber cuántos desempleados hay en España? No, porque el inscribirse como demandante de empleo no es obligatorio para el parado, y básicamente son dos los motivos por lo que la hacen: obtener determinados beneficios (cursos formativos, y sobre todo que para recibir la prestación por desempleo deben estar inscritos como demandantes de empleo). Y el segundo motivo por el que se registran es tratar a través del SEPE de acceder a una oferta de empleo. Pero actualmente las empresas no tienen la obligación de acudir al los servicios de empleo para contratar a sus trabajadores. Y es que el SEPE no es un órgano, digamos, muy eficaz para encontrar empleo, lo que genera desconfianza en el demandante. Y además, existe un alto porcentaje de economía sumergida, cuyos protagonistas no quieren tener relación con los servicios públicos por miedo a inspecciones.

Anagrama Seguridad Social
Los datos de la TGSS, aunque siempre hablan de número de afiliados, en realidad mide al número de personas que están de alta en la Seguridad Social en sus distintos regímenes (régimen general, trabajadores autónomos etc), y ello porque la afiliación es única y vitalicia, y durante la afiliación lo que se producen es altas y bajas de trabajadores en las distintas empresas. Digamos que es un dato más objetivo que el del SEPE, porque el alta es obligatoria, pero tampoco demasiado fiable: además de la existencia de economía sumergida, existen muchas relaciones de trabajo que no se inscriben en la Seguridad Social, como la de los funcionarios. Y no son desempleados.
Por último, la EPA es, pese a que se trata de una simple encuesta, la que más se acerca, en mi opinión, a la realidad. Se trata de un método recomendado por la Organización Internacional del Trabajo y que, utilizados por los distintos países, permite la comparación entre ellos. La EPA la realiza la propia Administración pública, en España el Instituto Nacional de Estadística, no empresas privadas. Los datos se ofrecen cada tres meses, lo que le permite adaptarse a la estacionalidad de algunas actividades, como la agricultura o el turismo. Y se aplican las más modernas técnicas demoscópicas.
En definitiva, esas continuas diferencias entre los distintos modos de medir el mercado laboral están perfectamente justificadas, no solo por usarse distintos métodos de medición, o realizarla distintos organismos, sino sencillamente, porque en realidad miden aspectos diferentes del mercado laboral. Pero, ¿no sería necesario que se estableciera un sistema de medición definitiva, más moderno, fiable y objetivo, en una cuestión tan importante como es que la sociedad conozca el número real de desempleados, en lugar de un conjunto de estadísticas tan variadas que pueden ser fácilmente objetos de distinta interpretación política? No niego que debe tener su dificultad. Pero mucho me temo que no hay demasiado interés.

No hay comentarios:

Publicar un comentario